En el campo de la podología normalmente la quiropodia suele ser la primera toma de contacto con nuestro paciente. El especialista está capacitado para eliminar durezas y alteraciones en las uñas de los pies consiguiendo eliminar el dolor y evitar futuras lesiones. Estas pueden ser causadas por etiologías muy variadas como calzado inadecuado, presiones descompensadas, falta de cuidados generales o mal corte ungueal.
Dentro de este servicio podemos encontar:
HIPERQUERATOSIS: Comúnmente llamados callos o durezas, podemos encontrar gran variabilidad de hiperqueratosis como: Pink callus, Helomas, Tilomas, Helomas IPK, Helomas miliares. Estos tienen causas muy variadas y deben ser diagnosticados por un podólogo. En la quiropodia, el especialista las va a eliminar y conseguir un alivio instantaneo, pero puede volver a aparecer. Por lo que su podólogo deberá proponerle un tratamiento adecuado usted, consiguiendo la disminución o eliminación de esta patología.
ONICOCRIPTOSIS: También la podemos encontrar como uña encarnada. Si la lámina ungueal ha sufrido algún traumatismo, el paciente realiza un mal corte de la uña o la morfología de la uña provoca esta lesión. El podólogo eliminará la sintomatología asociada, eliminando la espícula y recetando medicación para ella. Esta patología debe ser tratada por un especialista sanitario, en este caso el podólogo, porque asociada a ella podemos encontrar otras patologías como son, una infección, granuloma en el rodete periungueal o espíaculas no retiradas.
El podólogo está facultado para poder recetar el medicamento oportuno para tratar esta patología. En casos muy agravados, se le puede aconsejar distintos tratamientos, entre ellos, tratamiento conservador como el mantenimiento periódico por parte del profesional, ortonixia, reconstrucción ungueal o tratamientos invasivos como la cirugía ungueal.
ONICODISTROFIAS: La uña puede verse aumentada de grosor, con debilidad ungueal como roturas, líaneas de Beau, o dentro de este campo podemos encontrar las láminas con manchas en aceite asociadas a la psoriasis. Cualquier lesión traumática en la lámina o ausencia de hierro, vitaminas, biotina, etc. puede provocar esta sintomatología, por lo que debemos trabajar en equipo con su médico de confianza con el fin de mejorar el aspecto y sintomatología.
SEQUEDAD: En un tratamiento completo de quiropodia, se debe terminar con la hidratación. Este punto es muy importante porque la sequedad de la piel puede ser provocada por falta de cuidados generales pero, también puede darnos sintomatología por patologías adyacentes como alteraciones endocrinas, reacciones alérgicas por contacto y por ello el podólogo debe hacer una buena anamnesis para conseguir diagnóstico diferencial preciso.
¿Con que frecuencia debemos realizarnos una quiropodia?
Cuando el paciente viene a consulta y se realiza una sesión de quiropodia, tiende a preguntar la frecuencia con la que debe acudir a consulta para realizarse este tratamiento.
No existe una regla, una edad, ni un periodo concreto para realizar este servicio. Se recomienda acudir a consulta por lo menos una vez al año para poder realizar el servicio y dar asía una revisión continuada del pie. Pero va a depender del mantenimiento del paciente, la patología que presente y el calzado que utilice la periodicidad con la que el paciente va a acudir a consulta.